Entrada 3: Primero la familia
Antes que nada déjame poner las cosas en orden, te mencioné rápidamente a mi familia pero no les he dado el espacio que les corresponde en esta historia.
Vengo como te decía, de una familia hermosa, conformada por mi padre, un antioqueño orgulloso de su tierra, recio, fuerte, educado a la antigua y que creció con muchas limitaciones, en lo económico sobre todo. Amoroso (a su estilo, ojo, no te confundas) y generoso como el que más. Amaba profundamente a mi madre y daba la vida por ella, era su domadora de cabecera. Gran hombre, ya te contaré más, mi padre es un gran protagonista en esta historia.
Mi madre. Oh mi madre. La mejor grabadora audiovisual y que se pueda tener en alta resolución, jajaja. Todo lo sabe y lo recuerda, con fechas, todo. Eres impresionante madre.
Pero bueno, a lo que voy, mi madre, una mujer santandereana muy orgullosa de su tierra y su familia, una familia hermosa con unos valores únicos, por muchas circunstancias, laborales y por apoyar siempre a mi padre en todo, termina viviendo en Antioquia con siete muchachitos alborotados que no cabíamos en la piel en una finca llena de perros, gente por doquier, fiestas, reuniones, visitas, jajaja. En fin. La heroína de esta historia. Gran mujer, con una capacidad de entendimiento y raciocinio únicos, mi madre tiene 92 años y es más lúcida que cualquiera de nosotros. Amorosa, da la vida por sus hijos sea lo que sea que deba hacer. Como les digo. Mi heroína.
Tengo seis hermanos, bueno, cinco en realidad viviendo por aquí, mi hermano mayor partió a la casa del Padre el año pasado, lo llevo constantemente en mi corazón y recuerdo palabras suyas muy sabias al menos para mí que soy impulsivo como: "Calma..... No te desesperés"
Con todos mis hermanos, a quienes tampoco te mencionaré sus nombres, solo puedo decirte que los amo. A todos y cada uno de ellos como son y por lo que son.
Ellos fueron, han sido y serán determinantes en mi vida. Son mis hermanos, todos mayores que yo, y les debo mi respeto y admiración.
Vivimos cosas hermosas pero peleábamos mucho. Tal vez lo normal pero éramos muchos y mal distribuidos, jajaja. Seis hombres y una mujer? Ayyy la consentida? Jajaja. No sé yo.
Peleábamos tanto que una vez mi padre nos mandó construir con uno de los mayordomos de la finca, un ring de boxeo y nos compró guantes para que resolviéramos los asuntos. Jajaja. Increíble. Seguramente muy divertido, yo no participé, estaba muy niño, pero me habría encantado cascar a más de uno.